Asignar el nivel de riesgo, y por ende la cartera con volatilidad adecuada a cada cliente, es de fundamental relevancia. Entre otros, una correcta asignación de riesgo ayuda al inversor en la tarea emocionalmente difícil de permanecer invertido durante las inevitables fluctuaciones de los mercados y, por lo tanto, le permite maximizar los beneficios del interés compuesto en el largo plazo, es decir, aumentar el retorno de sus inversiones.
Mantener las carteras dentro de la volatilidad objetivo compatible con la tolerancia y capacidad de asumir riesgo de los clientes es un punto clave en nuestro proceso de diseño y gestión de las carteras. En Finizens conseguimos este propósito de manera automatizada mediante el uso de algoritmos sistemáticos que realizan un rebalanceo (“rebalancing” en inglés) de las carteras.
El rebalanceo consiste en realizar transacciones de compraventa de títulos, con el objetivo de asegurar que el nivel de riesgo de tu cartera se mantenga alineado a lo largo del tiempo con la cartera objetivo que te recomendamos inicialmente, de manera que tu plan se encuentre en línea con tu perfil de riesgo como inversor.
El rebalanceo es una forma de invertir denominada “contrarian” en inglés, basada en la compra de títulos cuyo precio haya decrecido y en la venta de aquellos títulos cuyo precio haya subido.
Con el fin de garantizar una frecuencia de rebalanceo mínima y al mismo tiempo reflejar de forma continuada la evolución del mercado, en Finizens hemos optado por realizar el rebalanceo con frecuencia mínima anual y también de forma reactiva en el caso de que los pesos asignados a cada activo experimenten una variación relativa superior al 20% sobre el peso objetivo fijado para cada nivel de riesgo (por ej. se realiza el rebalanceo si un activo llega a pesar un 12,0% de la cartera cuando su peso objetivo es de 10,0%).