Para construir nuestras carteras, nos hemos basado en los pilares cuantitativos de la Teoría Moderna de Carteras, "Modern Portfolio Theory" en inglés, de de los premios Nobel Harry Markowitz y William Sharpe, combinando diferentes clases de activos que poseen baja correlación entre sí: acciones, bonos y activos reales.
Aunque la mayoría de las clases de activos están típicamente influenciadas por el nivel de los tipos de interés y la inflación, cada clase de activo también se encuentra sujeta a factores externos independientes.
Las acciones suelen experimentar una evolución correlacionada con la economía mundial.
Los bonos proporcionan ingresos más estables.
Los bienes reales están más correlacionados con la inflación y pueden contemplarse como activos refugio en épocas de crisis económicas.
Estos mecanismos de diversificación son más efectivos cuando los activos contemplados muestran una correlación imperfecta entre sí, es decir, que evolucionen hacia arriba y hacia abajo en diferentes momentos, en relación con los demás activos que componen la cartera.
En otras palabras, a lo largo del tiempo estos activos tienden a fluctuar en diferentes momentos y de manera no simultánea, de modo que la cartera en su conjunto resulta menos volátil y más resistente a posibles caídas, que si se considerasen por separado los activos individuales.